Cirugía

Cirugía

La cirugía oral y maxilofacial es la especialidad dedicada al estudio, prevención, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de los tejidos blandos y duros de la cavidad oral. 

Entre los problemas más comunes están los relacionados con las muelas del juicio (cordales). 

Otras operaciones comunes son las extracciones de otros dientes, las fenestraciones (procedimiento que se realiza cuando hay un diente impactado), la corrección de frenillos, quistes, fibromas, etc. Dentro de la cirugía se incluyen los implantes dentales, los cuales merecen un capítulo propio.

Extracción de muelas del juicio

Las muelas del juicio o cordales son los últimos dientes en salir, y suelen hacerlo entre los 17 y los 30 años. Hay cuatro molares, dos en la mandíbula (derecha e izquierda) y dos en el maxilar (derecha e izquierda). En algunas personas el crecimiento de estos dientes es inexistente o sólo aparecen parcialmente, quedando cubiertos por las encías o el hueso. 

Se conocen como muelas del juicio impactadas. Si el espacio es insuficiente y los dientes sólo erupcionan parcialmente o no erupcionan en absoluto, es el momento de plantearse su extracción para evitar problemas infecciosos y complicaciones mecánicas. 

La extracción temprana de las muelas del juicio evita complicaciones graves como el daño a los dientes vecinos o a los nervios faciales. Los problemas en los maxilares y la mandíbula pueden causar no sólo problemas estéticos sino también funcionales. A veces, si la ortodoncia no puede resolverlos, será necesaria la cirugía maxilofacial. Si notamos la presencia de lesiones orales, un buen diagnóstico nos da la posibilidad de descartar lesiones que podrían ser de cierta gravedad.

Cirugía canino incluido

Hasta un 3% de la población queda con los caninos o colmillos “incrustados”, es decir, dentro del hueso sin poder salir después de la edad que les correspondería. Las causas son variadas, hay un gran componente genético, pero también hay factores que influyen en el desarrollo de las arcadas dentales, como una dieta especialmente blanda en la infancia. Cuando el canino no sale, hay que estudiar el caso con detalle, porque hay varias alternativas: puede ser interesante extirparlo quirúrgicamente en una sencilla operación, hacer una tracción con ortodoncia para ayudar a que salga o, en otros casos, simplemente no hacer nada y vigilarlo.

Tanto si hay que tirar del canino como si hay que extraerlo, la operación es sencilla y se puede realizar con anestesia local, y con unos cuidados básicos, el postoperatorio será cómodo y totalmente indoloro.